Respecto a varias de las noticias que aquí he contado, principalmente relacionado con la desaparición del artista chino Ai Weiwei, y con la entrega de los Premios Ortega y Gasset llevada a cabo por el periódico El País, considero que es fundamental la libertad de expresión, no sólo porque suponga expresar tus ideas y pensamientos, sino porque ahí está la clave del enriquecimiento cultural y del mantenimiento de instituciones y sociedades.
Artistas como Weiwei se juegan la vida en sus países porque no existe en ellos la democracia, sino el ansia del autoritarismo y el aplastamiento de cualquier contradicción o expresión. Todavía tendremos que esperar años para que cada persona pueda expresar lo que piensa, claro está sin ofender a los demás. La libertad de una persona termina donde empieza la de los demás que nos rodean, lo que no se concibe es expresar tus ideas y no respetar las de los demás y llamarnos democráticos.En la celebración de los premios Ortega y Gasset varios de sus iniciadores expresaban la felicidad que sentían al encontrarse en un país democrático en el que destacan la figura de los periódicos, que han sabido informar sobre los acontecimientos relevantes más importantes del momento, así como intentar impulsar reformas que consideraban necesarias en nuestro país.
Hacían hincapié en la importancia de una información veraz y abierta, sin embargo en multitud de ocasiones encontramos como los periódicos se posicionan en un determinado bando y no se mueven del mismo por miedo a perder el monopolio de la noticia y del poder de la comunicación. En este sentido los medios deben ser comprometidos con la democracia y la libertad de las personas, aportando noticias y diversidad de informaciones que susciten debate, pero como expresó Vargas Llosa en su intervención, sin transformarse en una prensa monocorde que repite como una correa de transmisión las consignas del poder.
